¿Conocéis la sensación de vibrar haciendo algo? Pues, esa es la que noté durante el cuenta-cuentos de RONA SE MIRA y el taller MÍRATE BONITO, en la Escola Mossèn Ton Clavé, de Vila-Sana. Con los alumnos y las alumnas de ciclo inicial, nos metimos de lleno en el cuento. Escucharon con atención la historia y se pusieron en la piel de Rona, pudiendo adivinar sus emociones. Luego, se miraron cuidadosamente al espejo, como la protagonista del libro. Entre confesiones y abrazos sinceros, descubrimos que TODOS sostenemos algunas limitaciones a superar y una infinidad de virtudes a desarrollar, que nos animan a querernos y a querer a nuestro entorno. Nos despedimos en el photocall encuentado, con una sonrisa escondida y la chapita de regalo puesta. Yo me llevo el súper regalo de compartir un rato con ellos y ellas.

¿Qué rasgos quiere trabajar con el cuento y el taller posterior?

Tanto el cuento como el taller tienen el propósito de crear un espacio de reflexión y expresión, donde niños, niñas, madres, padres, abuelos, abuelas, etc. se miren "bonito" y amen quienes son. Además de evidenciar la importancia de aceptarnos y valorarnos, tener presente que todos sostenemos dificultades y un buen puñado de virtudes, y de reforzar la autoestima y el vínculo entre los pequeños y sus cuidadores.

¿Reforzar la autoestima no puede terminar siendo contraproducente?

Entiendo que amar es querer el máximo bien del otro, darle valor y reconocer sus méritos pero también sus debilidades. Y eso, pasa por aprender a amarnos a nosotros mismos antes. ¿Cómo podríamos ver la belleza de las otras personas si no hubiera belleza en nuestro interior?

¿Aceptarse uno mismo no es más un problema de la adolescencia que de la infancia?

No lo enfoco como un problema. Durante el proceso de socialización, los pequeños integran patrones sociales que luego, en la adolescencia, tendrán la oportunidad de revisar, cuestionar y empezar a abordar. Aceptarse es clave para amarse, aprender a responder ante situaciones problemáticas y superar obstáculos de manera resiliente.

¿El mismo argumento vale también para la infancia?

El libro está dedicado a niños de 5 a 9 años. Me parece interesante introducir los conceptos de dificultad, fortaleza y autoestima en estas edades. La diferencia es que los niños se expresan con acciones y los adultos con adjetivos.

¿No encuentra curioso contar cuentos a los niños en lugar de escuchar a los niños, que tienen una imaginación más viva que los adultos?

Lo encuentro precioso. Me fascina el espacio íntimo y cálido que se crea, entre el adulto y el niño, siguiendo el hilo de un cuento. Quizás, para que un adulto sepa escuchar, primero un niño ha tenido que aprender a hacerlo.

¿Qué le ha llevado a publicar este primer cuento?

Al final del Bachillerato, la maestra de francés nos preguntó a qué nos queríamos dedicar. Respondí que al trabajo social y ella se echó a reír y dijo: "Pero Míriam, si tienen que ayudarte a ti ..." Me miró a los ojos y, amorosamente, agregó: "Cuando te aburras, escribe." Bueno, al final, me he atrevido a publicar este primer cuento.

¿Y cuando escribe, con qué afán lo hace?

Hacer una pequeña aportación al mundo y despertar emociones en los lectores y las lectoras, a través de cuentos con valores humanos, este es el afán.

Sin embargo, se formó como trabajadora social.

Acompañar personas en situaciones de cambio o problemáticas te abre conectar con procesos propios y eso es duro pero también es un regalo. Cuando una historia me toca el alma, los ojos se me ponen brillantes y me animo a escribir.

Rona es una niña curiosa, que cuando se mira en el espejo descubre algo nuevo en ella. A raíz de eso, vive situaciones incómodas, pero que supera con el apoyo de su familia, sus amigos, su maestra y, sobre todo, de ella misma. Durante la historia, siente emociones de todos los colores y toma consciencia de dificultades, pero también de fortalezas. Ella misma es la tierna narradora de la aventura, a través de la cual va aprendiendo a aceptar y a valorar a la niña que es y a su entorno.

El primer álbum llega bajo el título «¡Tengo los ojos verdes!», y ha sido publicado por la editorial BABIDI-BÚ, bajo el cobijo de la Casita Esdrújula, colección dedicada a los primeros lectores, a partir de seis años, que facilita la iniciación a la lectura gracias a los contenidos y a los diseños de sus libros. En esta primera historia, Rona descubre que tiene un problema en sus ojos y que la limitan para desarrollar algunas actividades, con lo que se ve expuesta a vivencias cotidianas que la empujan a salir de su zona de confort, aprender y crecer.

En las ilustraciones, juegan el blanco y el negro con el color, dispuestos a reflejar lo que imagina, piensa o siente la pequeña Rona. Al final del libro, se encuentra la propuesta de mirarse al espejito de Rona, ideal para que los pequeños lectores entrenen la empatía, con el acompañamiento de sus cuidadores.

Inspirado en el cuento, surge el taller «Mírate bonito», que invita a niños y niñas a mirarse al espejo, como hace la misma protagonista, y reconocer limitaciones y virtudes propias. El taller integra actividades que se realizan con espejos y rotuladores de tiza, y que pretenden trabajardiferentes competencias, que van desde la capacidad de autoconocimiento hasta la dereconocimiento de los demás. Busca recordar la importancia de aceptarnos y valorarnos, de tener presente que todos sostenemos dificultades y un buen puñado de virtudes, y de reforzar la autoestima y el vínculo entre los peques y sus cuidadores.

En definitiva, tiene el propósito de crear un espacio de reflexión y expresión, donde niños, niñas, mamás, papás, abuelos y abuelas se «miren bonito» y amen quienes son.

Mientras el taller experiencial se está desenvolviendo en bibliotecas, librerías y escuelas, el segundo cuento de RONA SE MIRA ya está de camino y será publicado en breve. Tendremos que esperar un poquito para saber que le ocurre esta vez a Rona, pero sea lo que sea, confiamos en que superará los obstáculos con su montón de fortalezas.

"Curiosa, viva i amb inquietud per descobrir coses noves, així és la protagonista del primer llibre escrit per la balaguerina Míriam Ródenas, "Rona se mira". L'obra editada per Babidi-bú, adreçada a infants de 5 a 9 anys, és un àlbum il·lustrat que barreja fantasia i realitat i amb el que, a través de la mirada de la seva protagonista, la Rona, transmet diversos valors humans.

Es tracta de la primera obra d'aquesta autora balaguerina, lectora des de ben petita, afirma que la creació d'aquest primer llibre li ha servit per vèncer la por d'exposar-se en públic i també ha estat un exercici d'autoconeixença.

A més a més el procés de creació ha comptat amb una col·laboració especial en l'apartat de la il·lustració.

A la venda des del passat mes d'octubre, el llibre ha comptat amb una gran acceptació entre el públic fet que l'autora ha agraït i l'ha empès a començar a treballar en una segona part."

La primera historia de RONA SE MIRA, llega bajo el título ¡TENGO LOS OJOS VERDES! Se incluye en la colección "La casita esdrújula" de la editorial BABIDI-BÚ. Está colección destaca por albergar libros ilustrados con técnicas diferentes, y con contenidos y diseños que favorecen la iniciación a la lectura de los más pequeños. 

¿Sabíais que BABIDI-BÚ es una editorial infantil y juvenil, que edita libros con valores humanos, con historias divertidas y llenas de aventuras? ¡Que alegría que RONA SE MIRA forme parte! 

Nos interesa especialmente la opinión de los pequeños lectores y de las pequeñas lectoras sobre el cuento, ya que saben mejor que nadie que es ser un niño y una niña, y que es un buen cuento. Hace ya años que la autora no es solo una niña y viene bien acercarse a ellos para recordarlo. Así que, lo hemos testado con los alumnos de segundo de primaria de la escuela Montroig, de Balaguer. Durante las sesiones, hicimos lectura de la historia de Rona juntos, reflexionamos sobre las emociones que se despertaron, dibujamos lo que nos inspiró la obra y comentamos todo aquello que se pasaba por nuestras cabecitas.

Mil gracias a la escuela Montroig por su amabilidad, y a cada uno de los y de las peques por participar y poner su mirada pura en el proyecto.